“Etimológicamente, la tanatopraxia es, por un lado, ‘tanato-’ que procede del griego ’θάνατος’ y significa muerte y, por otro, ‘-praxis’ que es la práctica. Por tanto, la tanatopraxia es el conjunto de prácticas, relativas a la muerte, que se realizan sobre un cadáver para mejorar su estado visible y no visible” (Tanatopraxia).
Como ritual fúnebre, la técnica de la tanatopraxia se lleva haciendo a lo largo de la historia, tanto en pueblos antiguos como modernos; con la finalidad de conservar los cuerpos por “miedo a la muerte o más bien a lo desconocido [lo cual] provocaba un intento de retrasar el deterioro físico” (Tanatopraxia).
Prehistoria: según el blog de Tanatopraxia, “embadurnaban a los muertos con aceites esenciales y aromáticos con el fin de mejorar el estado del cuerpo inerte”. Después de un tiempo, se realizaba la extracción de los órganos para retrasar el deterioro del cuerpo. Incluso, los persas, recubrian a los cuerpos en cera para que no se descompusiera. Otros pueblos por otro lado, lo hacían con goma.
Egipcios: Las firmes creencias de esta cultura sobre la resurrección “conllevaba la preparación de los cuerpos para ello, (...) aplicando tanatopraxia en un principio solo a los faraones y personas de relevancia en el sistema político y religioso”. Sin embargo, “nadie quería quedar fuera del rito fúnebre que aseguraba la vuelta a la vida” como lo afirma el blog de Tanatopraxia, el cual también afirma que gracias a esta técnica, se han podido hallar cuerpos de faraones momificados y casi íntegros.
Edad media: la tanatopraxia no era tan común en esta época gracias a creencias religiosas que aseguraban que “no estaba bien visto la modificación de un cadáver y el rito pertinente era el enterramiento (...) [ya que], cualquier modificación del cuerpo pudiese tacharse de brujería o malas artes” (Tanatopraxia). Sin importar el estado de los cuerpos debido a la cantidad de personas que morían incluso por enfermedades que creían eran contagiosas.
Renacimiento: “Se recupera el
culto a la belleza y por lo tanto al arreglo funerario. En esta época
utilizaban pomadas de vainilla y cacao para conseguir un tono blanquecino en el
rostro del difunto” (Tanatoestética y Tanatopraxia, 2013).
Siglos XVII y XVIII: “por el contrario el color se
convierte en el cosmético por excelencia. Para embellecer a los difuntos
utilizaban sulfato de aluminio, bórax, cal viva, polvo de violeta, harina,
arroz de trigo, para que el contraste entre el blanco y el rojo acentuasen el
aspecto ‘saludable’ del cuerpo” (Tanatoestética y Tanatopraxia, 2013).
Posteriormente, hubo algunos descubrimientos que cambiaron la historia de la tanatopraxia. Uno de ellos, fue las soluciones químicas inventadas por Jean Nicolas Gannal, con el fin de poderlas utilizar en los cuerpos que fueran repatriados debido las guerras. “Estas inyecciones, de soluciones de acetato y cloruro de aluminio, frenaban el deterioro y, a su vez, mostraban cierto estado de tranquilidad en el rostro. Este gran inventor es considerado el padre del embalsamamiento moderno” (Tanatopraxia).
Con motivo de la Guerra Civil Americana, Thomas Holmes cambió las soluciones químicas debido a que eran tóxicas para el que las inyectaba. Por lo tanto, creó una solución arterial “contra el deterioro corporal [que] fue administrada a los miles de soldados caídos” (Tanatopraxia).
Sin embargo, esta técnica de tanatopraxia ha mejorado con los años.
increible historia creo que aqui en http://latanatopraxia.com tambien hablan muy bien de dicho tema
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